El dilema del arcaico primigenio

Como todo aqueronpedante turriboluano sabrá, el juego de roles arcaico más influyente de la Tierra siempre fue uno que los terrícolas llaman "Déide", aunque en su arcaica escritura gustan de representar con las siglas D&D. Sin embargo, según mi traductor contextual universal, su nombre completo en el idioma básico estelar sería Dragones y Mazmorras.
Es un misterio porqué las siglas se saltan todas las reglas ortográficas terrícolas. Pero ése es un asunto para otra transmisión...

El arcaico mencionado, D&D, fue uno de los primeros juegos de roles publicados de manera profesional, por dos terrícolas insignificantes llamados Gygax y Arnesson. Parece ser el más popular entre los terrícolas, sólo superado por el "Polis y Cacos", que va ya por su septuagésima edición.

Por mi parte, pese a que es un arcaico que he estudiado con profusión en las últimas décadas, me causa una sensación agridulce: por una parte sus mecánicas favorecen un estilo de juego muy aventurero y arriesgado que es de mi agrado, pero dichas mecánicas suelen ser más torpes que las de otros arcaicos contemporáneos, lo que no es de mi agrado.

Además, empiezo a dudar de su fidelidad histórica... sobre todo por dos datos concretos:
En el manual de monstruos aparecen unos seres llamados "azotamentes" que, sin lugar a dudas, no son más que Itpachfluarquianos corrientes y molientes. Sin embargo, éstos no llegarán a la Tierra hasta mediados del 2020 (fecha terrícola), por lo que los autores deben estar jugando con el concepto temporal, pero no siguen las nociones básicas de literatura ascendida, y encima no lo advierten en sus tapas, creando un documento muy poco amigable para todos los lectores que han superado el constructo temporal.

El otro hecho que rompe todas mis nociones históricas terrícolas es la de la clase de personaje del Bárbaro.

Odio al Bárbaro. 

Y no, no es un caso de xenofobia, os lo aseguro. Se trata de su pobre concepto y peor ejecución:

Primero, dicha clase de personaje viene existiendo desde la primerísima edición del juego, aunque por aquél entonces era sólo una clase para personajes no jugadores. Más tarde, apareció como clase de personaje para la versión Advanced del juego. Ésta primera versión contiene todas las lacras que voy a discutir, que se han venido heredando en el resto de clases, en todas las ediciones que han venido existiendo desde entonces.
El Bárbaro es una clase que está inspirada directamente por Conan el Cimmerio. Es un personaje mítico terrícola, sobre el cual se han escrito y publicado historias en todos los medios analógicos.


Dicho personaje está caracterizado popularmente por su apariencia primitiva (melena, cuerpo musculoso, viste un taparrabos, carácter taciturno, muy supersticioso) aunque posee intelecto muy desarrollado que contradice su apariencia física, y por supuesto un gran dominio de las armas y estilos de combate primitivos. Es un personaje que sirve de contraste con la idea de "civilización" terrícola, curioso, porque los terrícolas están muy lejos de alcanzar dicho concepto.

Entonces, si quieres jugar con un personaje como Conan dentro del juego de roles arcaico "D&D", normalmente habrías usado la clase de Guerrero. Lo tiene todo: Buenos puntos de golpe, competencia en muchas armas y armaduras, su habilidad marcial está por encima o al nivel de todas las demás clases...  Pero con la aparición del Bárbaro, ahora tienes una nueva clase, parecida a la otra, pero que además,  para representar su superstición y prejuicios bárbaros debe renunciar a la ayuda mágica y deshacerse activamente de todos los objetos mágicos que encuentre. Eso sí, tiene también la habilidad de dañar con sus armas como si fueran mágicas según su nivel. No está mal como rasgo diferenciador, pero en juego es un concepto terrible que rompe completamente la convivencia de los personajes. 
Otro problema. El Conan de las historias analógicas a menudo vive aventuras desprovisto de protecciones físicas. Tiene sentido: si planeas moverte por una jungla, escalar una montaña o cruzar un desierto, es ridículo arrastrar una armadura. Sólo cuando tiene claro que va a meterse en una escaramuza o batalla y tiene tiempo de prepararse adecuadamente, se embute en tales protecciones primitivas. Pero entonces, y dado que los personajes en D&D suelen vivir aventuras similares a las del Cimmerio, el Bárbaro debería, para mantenerse fiel al concepto, carecer de protecciones durante la mayoría del tiempo. 

¿Qué hace su clase de personaje para tratar este asunto? Nada. El Bárbaro tiene mejor dado de golpe que el guerrero (algo extraño, pues el guerrero es el luchador arquetípico), pero no posee ninguna ventaja cuando sólo viste prendas o un taparrabos. Esto no parece tan grave, pero según el resto de mecánicas del juego de roles, que un personaje luchador de primera línea pretenda jugarse sin armadura no tiene sentido: morirá muy rápido. Y como además eliminará todas las armas y ventajas mágicas del grupo, éste morirá poco después.
En resumen: puedes usar todas las armaduras que quieras (bien), pero si no llevas mucha, mueres (mal).

Y para finalizar, el mayor despropósito de todos: el Bárbaro tiene una cosa llamada Furia. Se trata de una idea muy extendida en todas las culturas terrícolas: los guerreros, en el fragor de la batalla, pueden caer presa de un estado psicológico anormal que le permitirá llevar al límite todas sus habilidades homicidas. Los Celtas lo llamaban Espasmo de Furia, los Helenos lo llamaban Aristeia, los nórdicos lo llamaban Bersekr, los romanos lo llamaban romper la disciplina, los nipones del medievo lo llamaban el Bankai, etc.
Luego no es algo exclusivo de Conan, ni de los bárbaros. Ni siquiera de los guerreros. Es algo que puede acontecerle a cualquier miembro de una especie inferior. Y el Conan mitológico nunca se deja llevar por una de ellas. En cualquier caso, no hasta el punto de ser incapaz de pensar con claridad.

Entonces, ¿porqué todas las versiones de la clase de personaje del Bárbaro, no sólo de D&D, sino de otros muchos juegos arcaicos similares, poseen dicho rasgo?

Lo que es más, un guerrero, según dicho reglamento de roles, no podrá desarrollar jamás un estado homicida similar. Y repito, el Guerrero representa al luchador arquetípico.

En mi opinión, es una visión pobre y reduccionista de todo el abanico de posibilidades que un personaje "primitivo" puede ofrecer en un juego de roles de aventuras y exploración. Es más, me resulta ofensivo para todo lo que el mitológico personaje de Conan el Cimmerio representa, y que, más tarde, llegaría a influir su imagen dentro del ideario popular pre-aumento telepático de la humanidad.

Y si, los pictogramas analógicos de fornidos machos desprovistos de vestiduras en plena masacre son tan inspiradores e introspectivos como cualquier otra obra surrealista, pero decidme: ¿Qué pensaría Tolkien* si viera lo que habéis hecho con su libro?



*Tolkien: supuesto escritor legendario que escribió las crónicas de la Dragonlance, Reinos Olvidados, El Reino de la Sombra y otros muchos textos basados en mitología antiquísima que, independientemente de este hecho, resulta ser plagiado cada vez que alguien escribe una obra de fantasía clásica.

Comentarios

  1. En la primera edición de AD&D el Bárbaro aparece, pero en el suplemento de cosas opcionales llamado Unearthed Arcana. Para mí también es un tanto redundante, estando el Guerrero, y mientras que en AD&D es opcional en 3/3.5 ya viene de base.

    De otra parte este Bárbaro solo se inspira parcialmente en Conan, aunque sea porque las clases están pensadas para ir en grupo mientras que Conan es un personaje solitario/independiente que tiene básicamente todos los talentos y habilidades que puede necesitar.

    Lo de la Furia a su modo remite a lo de los berserkers nórdicos y la ríastrad de los héroes célticos como Cuchulainn, que es mucho más que ir a lo loco y conlleva incluso un cambio de tamaño y aspecto monstruoso.

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    1. Tu nivel de sapiencia está muy bien para ser un terrícola. Venga, no insultes mi inteligencia y declara tu verdadera especie...

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    2. Quizá tenga que ir modificando su idea de los terrícolas ^^

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    3. Gracias por el consejo, pero no. No tengo por costumbre hacerle caso a las civilizaciones de NT 12 o menor...

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  2. Gracias por el consejo. Si algún día vuelvo a jugar al «arcaico primigenio» nunca elegiré un personaje bárbaro para jugar. :-P

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    1. Te invito a jugarlo. Ahora que conoces la Verdad sufrirás sin descanso durante toda la partida. Pero lo peor será cuando veas jugar a uno por otro jugador ignorante.

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